1- Extracción del recipiente.
Normalmente obtendremos el árbol en forma de plantón en un recipiente. Puede ser un semillero, un tetrabrik, una maceta,... Así que la primera operación que tendremos que hacer es la extracción del plantón. Hay que intentar sacar el árbol con toda la raíz y con toda la tierra pegada a esas raíces (cepellón). O sea sacarlo limpiamente del recipiente. Para conseguir esto es mejor sacarlo con la tierra lo más seca posible para que no se deshaga.
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Cepellón extraído con éxito de una maceta. |
Tetrabrik.
Es un poco más difícil obtener el plantón de una maceta porque normalmente queremos reutilizarla. Nuestro objetivo sigue siendo obtener el cepellón entero. Para conseguir esto es mejor que la tierra esté seca que húmeda (pero ¡ten cuidado! no vayas a dejarla demasiado seca y matemos al árbol).
Antes de tirar del tronco del árbol para sacarlo tenemos que conseguir separar el cepellón del interior de las paredes de la maceta. Para ello podemos presionar las paredes de la maceta si es de plástico.
Si no es suficiente despegamos el cepellón de la parte interior de la pared de la maceta con un cuchillo metiéndolo y moviéndolo entre la tierra y la pared tratando de no hacer daño a las raíces del árbol.
Para sacar el árbol hay que tirar de la base de este una vez que veamos que se ha despegado. Pero es mejor hacerlo con la maceta bocabajo porque así nos ayuda la gravedad y nuestra operación tendrá más posibilidades de salir exitosa.
Ya está fuera:
Semillero.
Es el recipiente del cual es más difícil obtener el plantón. Si es un semillero de plástico duro o de plástico blando y queremos reutilizarlo no podemos cortarlo como en el caso del tetrabrik para obtener el árbol.
Nos podemos ayudar de un cuchillo para separa el cepellón de las paredes.
En vez de tirar de la base del árbol, si este no sale así, se puede empujar con un palo, una caña o incluso un hierro por el agujero de la base de cada alvéolo para hacerlo salir. Hemos de procurar que este palo o caña tenga el mismo diámetro que el agujero para así repartir la fuerza lo máximo posible.
Si aún no sale y el semillero es de plástico blando se puede cortar pero ya no se va a poder reutilizar.
Y ya está:
2. Siembra.
Una vez elegido el lugar de la plantación hacemos un agujero de diámetro un poco mayor que el del cepellón del árbol que queremos plantar pero de profundidad más o menos el doble de la altura de este. Por ejemplo, el agujero para plantar está encina debería tener una profundidad de 40 centímetros (la altura del cepellón o de la maceta es de unos 20 centímetros).
Esto lo hacemos así porque la parte de abajo del agujero la vamos a volver a rellenar de tierra para que este tenga tierra blanda debajo y sus raíces puedan penetrarla fácilmente.
Alrededor del agujero hemos de cavar el alcorque que es una depresión más o menos troncocónica cuya misión es almacenar el agua de lluvia o de riego y que así el árbol tenga a su disposición mayor cantidad de esta.
Se debe poner algún tipo de protector al árbol una vez plantado para protegerlo de la depredación de animales herbívoros.
Aunque se supone que cuando el árbol la tierra está húmeda o lo va estar pronto, pienso que nunca es malo dale un buen riego al árbol el día que lo planteamos.
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