De la inquietud de Pepe Juárez por enseñar surgió el jardín botánico de El Bosque. Discurso de Carlos Juárez.
Transcripción del discurso de Carlos Juárez Villarín con motivo del descubrimiento de una placa en el Jardín Botánico de El Bosque en honor a José Luis Juárez Villarín, ideólogo y diseñador del mismo.
Mi hermano Pepe era un soñador y un sembrador.[...] De esa inquietud suya por enseñar surgió este jardín botánico. [...] un jardín botánico en el que de un solo vistazo te pudieras hacer una idea de los tipos de plantas, asociaciones o biotopos que podrías ver en nuestro parque, cómo sería un bosque de ribera, una dehesa o un bosque de pinsapos, etc. [...] Con el pundonor que le caracterizaba hizo un proyecto tan bueno que ganó.
Mi hermano Pepe era un soñador y un sembrador.
Un soñador porque soñaba con dejar a sus hijos y nietos y a todos nosotros un mundo mejor que el que habíamos heredado de años, incluso siglos en que el respeto al medio ambiente era inexistente. Afortunadamente algo cambió en nuestro país cuando otro soñador como Félix Rodríguez de la Fuente consiguió que no viéramos a las rapaces o a los lobos como alimañas por las que incluso te pagaban por darles muerte.
Y un sembrador, porque sembraba en todos los que le tratábamos y en los que el había educado, que fueron cientos, esa inquietud por el respeto al medio ambiente, a la naturaleza y la ecología. No olvidemos que su formación académica fue la de maestro. Profesión que ejerció con el entusiasmo que le caracterizaba en todo lo que hacía. Tanto es así que se inventaba cuentos y componía poesías para llegar a sus mentes en formación. Era capaz de cualquier cosa para que sus alumnos aprendieran y se divirtieran.
Fue también formador de formadores, porque dio innumerables cursos a otros maestros, compañeros y monitores medioambientales. Recuerdo que un compañero suyo que acababa de empezar a ejercer me dijo: “He aprendido más en unos meses de tu hermano que en toda la carrera.”
Era una autoridad en impacto medioambiental, así se lo tenía reconocido la Junta de Andalucía.
Naturalista por vocación, fue un autodidacta. Yo bromeaba diciéndole que era un león, se lo leía todo. Tenía una biblioteca enorme de todo lo que se refería a esa vocación. Hasta su último día en el hospital lo vi leyendo.
De esa inquietud suya por enseñar surgió este jardín botánico. Él quería hacer un vivero de plantas de nuestro entorno en el colegio, y lo hizo, pero luego se le ocurrió pedirle al ayuntamiento un terreno más grande para luego trasplantarlas al suelo. En el ayuntamiento le dijeron que sí, que tenían terreno libre por encima de El Castillejo pero que no tenían medios para cerrarlo y le pidieron una reunión al director provincial de la A.M.A. Yo no sé por qué estaba yo allí, pero así fue. A este, le entusiasmó la idea y le propuso a mi hermano que por qué no redactaba una memoria de lo que debería ser un jardín botánico en el que de un solo vistazo te pudieras hacer una idea de los tipos de plantas, asociaciones o biotopos que podrías ver en nuestro parque, cómo sería un bosque de ribera, una dehesa o un bosque de pinsapos, etc.
El resto es historia.
Yo tuve una participación minúscula en su trabajo. Con el pundonor que le caracterizaba hizo un proyecto tan bueno que ganó. Para eso tuvo que analizar el suelo, para medir el pH del mismo, proporción de calcio, de sustancia orgánica y cosas que ya ni recuerdo porque fue hace bastantes años. Eso se le hice yo porque tenía un laboratorio, pero no tenía algunos reactivos, así que los tuve que comprar de mi bolsillo. Aunque minúscula, me siento orgulloso de haberle ayudado.
Y por último, un sembrador, sí, pero en el sentido estricto de la palabra porque cuando íbamos de ruta o a remar llevaba una bolsa con distintos tipos de semilla que iba esparciendo por todos lados para que muchas prosperaran. Decía “Si siembro 100 y salen 10, me conformo”. Pero sembró miles y miles, así que por todo nuestro entorno debe haber cientos o miles de plantas y árboles que sembró mi hermano Pepe.
Él compuso la poesía que está grabada en su lápida:
Siembro un árbol y siembro vida.
Siembro un árbol y siembro futuro.
Siembro un árbol y siembro ilusión
Siembro un árbol y me siembro yo
porque quiero vida, futuro e ilusión.
Pues pensad que mi hermano está presente en todos los árboles que sembró y que de alguna forma sigue presente entre nosotros.
El Bosque, 16 de septiembre de 2021.
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